En Ossian la sostenibilidad es un valor que nos define desde dentro. Somos herederos de cinco siglos de tradición vitivinícola. Cada cepa es memoria viva de esta tierra. Viñedos que llevan ciento de años inalterables y que datan de una época anterior a la plaga de la filoxera que asoló el continente europeo.  Mantenemos un fuerte compromiso para custodiar y proteger este patrimonio natural que hemos heredado. Buscamos expresar la singularidad de un paisaje lleno de historia y valor y trabajamos todos los procesos con un enfoque sostenible.

Como resultado de este esfuerzo, Ossian Vides y Vinos ha renovado la certificación Sustainable Wineries for Climate Protection (SWfCP), lograda por primera vez en el año 2023 y que se actualiza cada dos años. Un reconocimiento que refleja nuestro firme compromiso con una viticultura y elaboración respetuosa con el entorno.

La Federación Española del Vino (FEV) otorga este sello a las bodegas comprometidas con el desarrollo sostenible y es la evolución del programa Wineries for Climate Protection, lanzado en 2015 como la primera certificación específica para bodegas centrada en la sostenibilidad medioambiental.  Una iniciativa que comenzó como un enfoque centrado en criterios medioambientales y que ha ido madurando para incorporar estándares más amplios y exigentes, en sintonía con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Hoy, este compromiso abarca también dimensiones sociales, económicas y de gobernanza, alineándose con los principios de la quíntuple cuenta de resultados que guían nuestro trabajo desde Alma Carraovejas y, por extensión, desde Ossian Vides y Vinos.

La certificación verifica las acciones en materia de sostenibilidad en las vertientes medioambiental, social, de gobernanza y económica

Concretamente, en la valoración de las dimensiones de gobernanza y en la económica, esta ultima basada en la eficiencia y en la resiliencia, hemos alcanzado la puntuación máxima que otorga el sello.

En la vertiente social, que contempla criterios como la promoción de condiciones laborales de calidad, el desarrollo de iniciativas para atraer y retener talento, el trato justo hacia proveedores y productores, así como las relaciones con la comunidad local y el entorno, hemos alcanzado un 80 % de la puntuación, superando en más de nueve puntos la obtenida el primer año. Este resultado también refleja nuestro compromiso con la seguridad alimentaria y la promoción del consumo responsable, elementos clave para una sostenibilidad integral.

Finalmente, en la dimensión ambiental, que mide las medidas de actuación de ámbitos como la reducción de emisiones, las energías renovables, la gestión del agua o los residuos, desde Ossian contamos con un plan de acción hacia la descarbonización con objetivos definidos a corto y medio plazo. Este plan contempla medidas específicas para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, la optimización de vertidos, la gestión eficiente del agua, la mejora del rendimiento energético y la minimización de residuos.

Paralelamente, hemos desarrollado una hoja de ruta enfocada en la conservación del suelo y el impulso de la biodiversidad en los diferentes viñedos de Ossian. Como resultado de este enfoque integral, en la evaluación del Sustainable Wineries for Climate Protection, hemos obtenido una puntuación del 89,5% mejorando los datos de la primera evaluación donde logramos el 70%.

Con la obtención de este sello reforzamos nuestro compromiso firme y continuo con la sostenibilidad. En Ossian nuestra prioridad es respetar al máximo el entorno con una viticultura ecológica y con prácticas en biodinámica intentando minimizar el impacto en el medio ambiente. Asimismo también velamos por el mejor desarrollo sostenible en la construcción de la nueva bodega donde se están implantando medidas de eficiencia energética.

Estas prácticas de desarrollo sostenible se aplican en toda la cadena de valor de nuestros productos, desde el origen de la materia prima hasta que llega al consumidor. Ente enfoque incluye la colaboración activa de nuestros proveedores para que todas las partes del proceso cumplan con los más altos estándares ambientales, sociales y éticos.